sanchis olivares es un estudio de arquitectura ubicado en Godella (València). Está formado por Esther Sanchis y Álvaro Olivares, arquitectos por la ETSA de València (UPV) en 2018. Desde su etapa de estudiantes participan juntos en distintos proyectos y concursos nacionales e internacionales, siendo premiados en distintas ocasiones. Completan su formación colaborando en varios estudios de arquitectura, entre ellos el estudio de Francisco Mangado y el de Rafael Moneo, donde Esther y Álvaro trabajan durante dos y tres años respectivamente.


contacto
info@sanchisolivares.com
+34 960 065 012
Calle Mayor 31 - 46110 Godella (València)


proyectos

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columpio exterior 
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Proyecto︎Casa estudio en Godella                   
Año︎2022-2023                     
Situación︎Godella, València                                           
Superficie︎110m2                      
Arquitectos︎Esther Sanchis, Álvaro Olivares
Constructor︎Construcciones Camps
Otros contratistas︎ Fuster Alonso SL (carpintería exterior e interior), Màxim Benestar SL (climatización), Luces - Electro Cruz C.B. (iluminación artificial), Cristalería Camacho (vidrios interiores), Abad y Castells (carpintería metálica), Fenosolar C.B. (instalación fotovoltaica), Maora Ceramic (barro cocido), Persiana Barcelona (persianas).

En la calle Mayor de un pueblo de la huerta norte de València, intervenimos en la planta primera de una vivienda tradicional de principios del siglo XX para transformarla en casa estudio para pareja. Situada en esquina, la vivienda disfruta de tres fachadas y destaca por su altura interior y el considerable buen estado de techos, pavimentos, alicatados o carpinterías interiores. Su estado previo se caracteriza por una sucesión de estancias auxiliares que servían a la planta baja cuando todo era una misma vivienda, disponiendo de un espacio de cocina pero careciendo de servicios mínimos como baños.

Desde el acceso, en el extremo sur, encontramos tres crujías estructurales paralelas que culminan en la fachada principal a norte. Las óptimas orientaciones a norte y este nos llevan a disponer en las dos últimas crujías la zona de estudio y de noche, siendo mínima la intervención en esta zona y reduciéndose a disponer un baño, actualizar las instalaciones y restaurar la carpintería exterior de madera. De esta manera la intervención se concentra en la primera crujía, que abre a una terraza orientada a sur y que constituye, por tanto, el espacio idóneo para disponer en él la zona de día.

En primer lugar se retiran los tres tabiques que compartimentaban esta crujía, con el objetivo de jerarquizar la vivienda generando un espacio principal e integrando en este la cocina existente. A continuación, se dispone una pieza de carpintería, a modo de mueble habitado, que configura espacialmente la planta: resuelve la privacidad entre casa y estudio, organiza el acceso independiente a cada una de las partes y se adapta a la bancada existente para disponer el mobiliario de cocina del que carecía la vivienda. Pequeñas operaciones, como agrandar uno de los huecos de salida a la terraza, reparar los acabados de la cocina o abrir una ventana interior en el mueble habitado, terminan de configurar este espacio.




 
















Los pavimentos se mantienen en su estado original en la zona de noche y estudio, pero la reconfiguración de la zona de día y la presencia en cocina y terrazas de pavimentos deteriorados fruto de anteriores intervenciones nos lleva a replantearlos aquí en su totalidad. En primer lugar, se retira cuidadosamente todo el pavimento original de baldosa hidráulica para su limpieza y clasificación, distinguiendo dos tipos: uno de ellos se reutiliza para crear una suerte de alfombra de acceso, mientras que el otro sustituye las piezas rotas en la zona de estudio y se recoloca en la zona de cocina. Su nueva disposición realiza un giro de 45º que lo distingue frente a los tramos que conservan su posición original y le permite extenderse bajo la mesa de comedor, defiendo también los recorridos hacia la terraza y zona de noche.

La retirada del pavimento no original y deteriorado hace necesario un nuevo material, que a su vez permita configurar el banco y jardinera que definirán los límites de la terraza. Se llega aquí a la baldosa de barro cocido, muy presente en la tradición constructiva local. Su geometría rectangular nos permite adaptarnos al giro del pavimento sin desperdiciar material y una junta ancha hace posible un replanteo a pieza entera tanto en terraza como en interiores.

La extensión de los pavimentos a la terraza crea una notable continuidad interior-exterior. Unas largas persianas alicantinas generan sombra sobre esta terraza muy expuesta al sol al mismo tiempo que le confieren intimidad, creando una suerte de estancia exterior que duplica la superficie de la zona de día.